En los sistemas eléctricos, las corrientes de fuga pueden ser un peligro. Pueden ser una fuente de descargas eléctricas o quemaduras y también pueden provocar sobrecalentamiento e incendios.
Estas pueden estar provocadas por una amplia gama de dispositivos, incluidos ordenadores, cargadores de móviles, bombillas de bajo consumo, vitrocerámicas, aparatos de aire acondicionado y cargadores de vehículos eléctricos. La cantidad de corriente de fuga producida depende del nivel de voltaje y la polaridad del dispositivo, y del tipo de materiales utilizados en su construcción.
Para la protección contra corriente de fuga, se usa un transformador de corriente para medir la corriente de fuga de un dispositivo o circuito eléctrico y se usa un relé para controlar el disyuntor. El relé está clasificado para una corriente de fuga específica y si la corriente de fuga supera este nivel, el relé se energizará.
Diferentes tipos de
Transformadores de corriente de protección contra fugas están disponibles para satisfacer diversos requisitos y aplicaciones. El más común es el transformador de corriente toroidal. Estos tienen un núcleo dividido y se pueden abrir y cerrar sin desconectar el sistema al que están conectados.
Otro tipo de transformador de corriente es el CT de interposición. Se instalan entre el devanado secundario de un TC principal y el relé para alimentar dispositivos de protección o medición que requieren una corriente de funcionamiento diferente a la del TC principal.
Para protección contra fallas y cortocircuitos entre fases o tierra, se conectan en paralelo dos relés de sobrecarga y un relé de falla a tierra o de fuga. Los contactos de disparo de los relés están conectados al disyuntor y en caso de falla, estos contactos se energizarán.